martes, 23 de junio de 2009

Autumnalia III

Hojas,
Alegría de la lluvia durmiendo en la esperanza del frío
Mirando la orilla en que el mar se sacude en la tormenta y despierta.
Despierto entonces y no puedo sino amarte
Desesperadamente alzar tu cuerpo helado aún,
Despejar tu rostro de las hojas, en disputa con el viento,
Acariciar tu rostro escarchado
Bebiendo de sus gotas hasta verlo florecer
En el nido que custodia la arboleda desnuda.
Frío,
La calidez a la que hemos renunciado,
La ciudad no arde como deseamos a veces
Entre recuerdos olvidados y vino a medio beber,
No fuimos bendecidos, pensamos,
Atados uno al otro por el hielo de la aurora,
Aún así, frente a frente, entumecidos,
El río caudaloso de tu mirada fecunda la mía
Anunciando la primavera a poco de la siembra.
Lluvia,
Celebramos cada día su llegada
Como la de un nuevo hijo,
Enternecidos con sus primera palabras,
El balbuceo de las gotas que contagian su humedad
Como jalando de fantasmas su ausencia casi eterna.
Hojas,
Que dibujan dolorosas el camino del sepulcro
Desviando en cada muerto su sagrada ruta
Acabando en nuestros ojos en solsticio
En que tras brillar
Los párpados que caen son a un tiempo
El otoño que adormece y el invierno que ya sueña