viernes, 8 de junio de 2012

De Raíz


Te reviso,
Montada en tu candor eléctrico,
En tu sonrisa residual,
Apagando lentamente las luces de las calles,
Asomada a mis cables y hundiéndote en ellos
Como flor y partisana de todas las guerras,
De todos los espacios, de todas las coronas,
Desperdigada entre las máquinas, los vapores,
Las estrellas conquistada antes del sueño, el crepúsculo,
Retocando la espiga pixelada que sembraste en mi recuerdo.
Te avizoro, a veces,
Cuando se cruzan los signos uno junto al otro
Cuando al unísono estoy entre la vida y la muerte
Y de golpe, como un sonido luminoso de otro tiempo
Te examino, abro mi pecho, me despojo del casco de los años
 Y allí duermes, como el quiste que no fui capaz de arrancar,
Como la fruta que madura colonizada por insectos,
Por pequeños criaturas que a su vez nos agobian y calman.
Aleteas junto a mis metales, a mis controles a distancia, a los circuitos del atardecer,
A mis imposturas del alba y noches irrelevantes,
Como un breve sacrificio maquinado desde la eternidad
Para hacer latir mis fierros, para que los esquemas se rompan
Y te asomes en la nueva tierra que debo descifrar.
No solo la fáctica luz de la conexión, la conspiración labrada de ultratumba
Sino también tu sinsabor, tu piel oxidada ha de clavarse,
Tu superficie robada a la vieja alquimia
Que será capaz de atravesar estos caminos, las galaxias,
Estos universos de luz y sombra, la materia muerta
Que se niega a despegar,sin poder jamás borrarte:
Escribí tu nombre en el artificio de los sueños
Y revisé los cambios antes de salvarte, desprovista de todo,
Menos de tu suave brillo, espejismo tecnológico,
A punto de estallar.