De golpe, en medio de la abertura, del cuerpo y la sangre,
Entre carteles vacíos y fantasmas mortales
Se atraviesa un espejismo, un paso inesperado,
Ante los mismos que se perseguían,
Luces, ruidos, mucho ruido, y policías, hombres y sombras, y
una muerte,
Un vaho que cede, espejismos siempre, automóviles avanzando
lento
Calles truncadas, quejidos, balizas, gritos, desesperación…
Lágrimas untadas de saliva, sintiendo que algo destruye su
sitial
Lo paralelo deserta y muere al borde de la calle.
¡Que es lo que esperan para que el resto se fugue!
Testigos curiosos, sangre dibujando rostros en el pavimento.
Un atropello un revólver una ciudad, el mismo envoltorio,
La risa que se estrecha en el pasadizo, multitudes agolpadas
contra sus ruinas,
Pantallas, láminas, discos, luces en las manos,
Esperando repartir el cadáver, un trozo sangrante para cada
uno,
Para espantar cuanto antes el aullido, el estertor que ya
rasguña con desespero la noche.