martes, 10 de junio de 2008

Equinoccial

A través de la copa
Que la noche sirve de un sórdido brebaje
Veo la mórbida luz del otoño
Amaneciendo en la frontera de los sueños
Esos que despertarán cuando mi sombra no sea oscura
Sino desnuda cara al sol
Su único recuerdo.

Bebo a sorbos aquella sangre
Tibia, ácida, como el fruto mineral
Que desde el árbol del abismo
Lucha por brindar su resplandor
La corona que la tierra teje entre penumbras
Para ser cosechada en la estación de la agonía.

Los reyes lunares sirven nuevas copas
El vino ciega con su pavoroso dulzor
Las bandejas se llenan del color del sacrificio
Rojo es el camino que recorro
Rojo son sus vertientes sin destino.

Al final de la ruta el cadáver acecha
Con su rostro pálido, sin aquella sangre
Untado en tierra, en barro, en dolor,
Nos pedirá la lluvia que llevamos a cuesta
Por toda la sangre que escanciamos
En un juego macabro al calor de las estrellas.


Se cierra la fiesta de los muertos
Con la última gota envenenada
Nace para mi su cruz de labios tenues
Aureola que ilumina la copa vacía
Contagiada del rocío otoñal
Que guarda su secreto iluminado
Hasta el próximo equinoccio

No hay comentarios.: